Primera Lectura
Domingo 2 del Tiempo de Adviento -C
Primera Lectura: Baruc 5, 1-9
Actuando con justicia y misericordia
A primera vista parece que el autor de este periscopio estaba escribiendo por parte de Israel que esperaba el retorno a cada desde el exilio en Babilonia en el 587 a.C. Sin embargo, este libro fue escrito al menos cuatro o cinco siglos más tarde en el nombre de un héroe popular quien se creía era el secretario de Jeremías. El Baruc actual obviamente no era el autor de los libros apócrifos atribuidos a él. Algunos eruditos sugieren que Baruc fue escrito para una situación similar en el exilio – tal como la diáspora, que tuvo lugar después de la destrucción del templo en el 70 d.C. Hay tres libros que claman ser de la autoría de Baruc, pero esos libros no están comprendidos en la Biblia hebrea o la Biblia Protestante. El Concilio de Trento incluyó Baruc en el canon oficial.
El libro profético de Baruc fue escrito para explicar el exilio de Babilonia como un juicio de Dios, para alabar la sabiduría de la Ley de Dios, y para predecir la restauración de Jerusalén. El pasaje de hoy es el pasaje final del último capítulo del libro; habla de la esperanza en la misericordia de Dios y su justicia.
En 9:1-4, Baruc ve a Jerusalén como una persona pobre que es levantada al estatus real por Dios. El vestido de duelo y miseria es el exilio, el esplendor de la gloria de Dios son “las vestiduras reales.” Observa que el auxilio infiere distancia de Dios y la pérdida de la reputación de Dios entre las naciones; el retorno de Israel significa intimidad con Dios y un aumento de la reputación de Dios – su gloria, entre los extranjeros. El crecimiento de la reputación de Dios está impreso en una corona dada a la persona, Jerusalén. El nombre de Dios, “YHWH” es el punto focal. Mientras Jerusalén se mantenga cerca del nombre de Dios, el Señor retornará el favor y mejorará la reputación – el esplendor, de Jerusalén.
Baruc suena los clarines del llamado del Adviento: “Regocíjate, porque el día del retorno del Señor está cerca, la salvación viene a todos los hijos de Dios.” El autor de Baruc escribió en el espíritu del Deutero-Isaías que profesaba el poder último de Dios para salvar frente a la adversidad de la humanidad. A través de la biblia, cada vez que ocurre una transformación en una persona o una situación dada, un nuevo nombre es dado. En este pasaje, el lugar nuevo de restauración es llamado “paz de justicia, la gloria de la alabanza de Dios.” En vez de regresar a casa rechazados y derrotados, el pueblo retorna a su nueva tierra transformada en medio del establecido reino de Dios. Dios restablece a los exiliados, sin esperanzas y les ofrece una nueva realidad. Esa realidad es la salvación. Es una salvación que solamente el Consejero Maravilloso, el Príncipe de la Paz, el Héroe de Dios puede proveer.
En estos tiempos, los cristianos le dan gloria a Dios primariamente por medio de actos de justicia y misericordia. En la época de espera, no olvidemos a los menos afortunados. Actuemos con justicia y misericordia.
¿Has ayudado a alguien en esta época? ¿De qué manera has ayudado a los pobres en esta época?