Domingo 27 Tiempo Ordinario -Ciclo B
Segunda Lectura: Hebreos 2: 9-11
El sacerdocio de Jesús
El autor de la carta a los hebreos teje su argumento sobre el sumo sacerdocio escatológico de Jesús, aun cuando Jesús no es de la tribu de Levi, sin embargo, él posee las cualificaciones necesarias para asumir el rol de Sumo Sacerdote. Jesús comparte nuestra humanidad y al hacerlo en solidaridad con nosotros, nos llama hermanos y hermanas. Junto a la profesión humana de Jesús, el autor pone la otra realidad de Jesús – como preexistente hijo de Dios quien estaba presente en la creación del mundo – quién de hecho lo ordenó.
9. Pero vemos a aquél que fue hecho un poco inferior a los ángeles, es decir, a Jesús,
coronado de gloria y
honor a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios probara la
muerte por todos.
2.10 Porque convenía que aquél para quien son todas las cosas y por quien son todas las
cosas, llevando
muchos hijos a la gloria, hiciera perfecto por medio de los padecimientos al autor de la
salvación de ellos.
2.11 Porque tanto el que santifica como los que son santificados, son todos de un Padre;
por lo cual Él no
se avergüenza de llamarlos hermanos. (NBLH)
2:9 “por un corto período de tiempo fue hecho un poco inferior a los ángeles: y
"coronado de gloria y
honor" proviene del Salmo
8:5. Este corto Salmo glorifica a Dios por el dominio que la humanidad tiene sobre la
tierra. El Salmo
refleja Génesis
1:27 que
habla de la gente hecha a la "imagen y semejanza" de Dios. El autor usa el Salmo para
señalar a Jesús como
el modelo perfecto para la humanidad.
La carta a los hebreos no es una "carta a la Iglesia" en el sentido normal. No era una
carta enviada a una
Iglesia en particular –o a un grupo de iglesias, que abordara necesidades particulares. En
cambio, la carta a los
hebreos es una enseñanza, un sermón o prédica que instruye a su audiencia. El autor de los
hebreos adelanta la
noción que Jesús era tanto el Mesías como el Eterno Sumo Sacerdote. Implícito con el Título y el
sujeto de la carta
está la audiencia: los judíos-cristianos en revuelta sobre la destrucción del Templo en el 70
DC. Con la pérdida de
su punto focal espiritual, los judíos dentro y fuera del cristianismo debían hacerse las mismas
preguntas: ¿cómo
vamos a adorar a Dios –y respetar la Ley a cerca de la adoración? ¿Cuál es el futuro del pueblo
de Dios?
El autor ofrecía algunas respuestas únicas. Una de esas respuestas estaba en la "historia
de la
salvación." Este concepto es judío únicamente, porque mira la historia cósmica como una
cronología, con un
tiempo de inicio y otro del fin –no como unas series de ciclos interminables de la naturaleza.
También miraba a Dios
como el autor del tiempo –en el principio, todo provino de Dios, todo retornaría a Dios.
Finalmente, veía a Dios
dentro de la historia y el tiempo. El Dios sin rostro de Abraham, Isaac, y Jacobo era el Dios
"viviente",
un Dios para ser experimentado personalmente, no hecho un objeto en piedra como un ídolo.
El autor de los hebreos coloca a Jesús en el centro de la historia de la salvación. Él era el
instrumento y la razón
para el cosmos [2:10]. El venía de Dios, él mismo humillado para nacer como uno de nosotros y
para morir igual que
todos lo haremos [2:9]. Aunque su muerte sería salvífica. Por medio de sus sufrimientos y la
muerte, el destruiría
la muerte y ofrecería a cada uno una relación con Dios [2:9-10], y, por los mismos medios, El
levantaría el estatus
de todos los redimidos, ya que El los llamaría “hermanos.” [2:11]
El autor de los hebreos nos presenta con el "Gran Cuadro/Imagen." Jesús vino de Dios
al comienzo de los
tiempos y en la Encarnación. Y volvería a Dios por su Resurrección - Ascensión, y al final de
los tiempos cuando El
haya destruido todo el mal le devolverá la creación a su Padre. Jesús era el símbolo de la obra
de Dios en el mundo
en una forma definitiva. Como otro ser humano, Jesús nos dio una manera táctil para tener la
experiencia de Dios;
pero, El transciende nuestro mundo para llegar a ser el Salvador de todos.
Cristo fue hecho “perfecto” por medio de su sufrimiento y muerte. Reginald Fuller mantiene que esa
perfección en este
sentido, significa completar una meta o cumplir un destino.
Por medio del sufrimiento y la muerte de Jesús El completó el destino para el cual había sido
enviado – la salvación
de la raza humana. Como Sumo Sacerdote El apeló por nuestras vidas ante el Padre. Para,
efectivamente, hacer eso, El
tuvo que sufrir en primer lugar la experiencia de nuestras limitaciones y flaquezas humanas.
¿Cómo ves a Jesús, como un hermano o como el Santo de los Santos que debe ser adorado? ¿Te mueves dentro de las dos imágenes? ¿Cuándo lo ves como una de las dos? ¿Cómo lo ves como ambas imágenes?