Salmo 85
Salmo 85
La justicia y la paz se han abrazado: Dios va a restaurarnos
Lo que Dios hizo una vez, él lo volverá a hacer. ¿Es este tipo de fe, confianza o presunción? Ciertamente, esta pregunta no evita que el coro pueda cantar el Salmo 85 en el Templo. Mientras este salmo era un lamento del estado de la nación bajo los varios imperios que controlaban Judea después del retorno de Babilonia, la introducción resaltada de los versos 85:2-4 y la confianza de los fieles según los versos 85:9-14 hizo que esta oración permaneciera abierta. El Salmo avizoraba el retorno de Dios de maneras específicas. Una vez que favoreciera la tierra; cuando favoreciera a la gente otra vez, la tierra volvería a recuperar su fertilidad –85:10,13. Por cierto, el Salmo veía la verdad y la justicia en términos agrícolas de la lluvia y el crecimiento de las plantas. El restablecimiento y el regreso eran sinónimos; tan pronto la gente volviera a Dios, seguramente Dios restablecería la fortuna del pueblo. Tanto el favor de Dios como el restablecimiento estaban basados en el amor paternal que él mostró a su pueblo en las alianzas. El Salmo parecía recordarle a Dios las promesas de sus alianzas.
Los versos 85:9-14 pintan los resultados de una relación fiel. Si el creyente verdaderamente escucha la palabra de Dios, él ve la revelación de Dios. La verdad, una alianza de amor, el vivir y la paz estarían presentes; estos atributos describían una vida de santidad, la presencia del Reino. En los tiempos del Templo, un Judío no podía separar la presencia de la Ley de Dios de la bendición de la tierra.
La fe proclama con confianza la frase: lo que Dios hizo una vez, él lo hará nuevamente. Como en el Salmo 85, esperamos que Dios actúe, para bendecir a su pueblo y cumplir sus promesas. Pero debemos recordar que vivimos los tiempos de Dios, no nuestro propio tiempo. Debemos reflexionar en las casi infinitas maneras en que Dios cumple sus promesas. Dios tiene una manera de sorprendernos.